El trabajo de Cecilia nace de la necesidad de expresar el mundo al que accede cuando sueña. Su obra se origina a partir de imágenes no ordinarias, escondidas detrás del telón de sus ojos, imágenes que nacen intuitivamente, formando seres que recuerda a través de la pintura, la cerámica y la poesía.
Todo lo que Enrich plasma a través de las diferentes técnicas que usa, se vuelve una cartografía de su propia psique, una manera de entender su inconsciente, nadando en realidades diversas, pero todas igual de vívidas.